El curso de Rescate consiste, en primer lugar, en adquirir las habilidades necesarias para anticiparse a posibles problemas y, en segundo lugar, para hacerles frente. Este aprendizaje anticipatorio se basa, entre otras cosas, en el hecho de que durante el curso de Rescate nos encontramos y tenemos que hacer frente a diversas situaciones de emergencia. Esto nos enseña la importancia de un compañero o varios compañeros, el aseguramiento, el equipo de rescate preparado, etc. Afrontar los problemas en uno mismo o en el compañero debe presuponer experiencia en las condiciones en las que se pretende bucear y con el equipo del que se dispone de forma realista.
Sin embargo, para dominar las habilidades de rescate, se necesita tiempo y condiciones para, primero, repetir las habilidades repetidamente en condiciones cómodas y, después, practicarlas en las condiciones en las que vamos a bucear. Es decir, tal vez en el agua azul y cálida de los arrecifes o en el oscuro lago, en las corrientes y las olas del mar, con inmersiones desde una embarcación.
Es decir, la base de la seguridad en el buceo es la prevención de problemas, y practicar diversas situaciones de emergencia permite aprender a reaccionar y prevenir problemas. Esto lleva tiempo y múltiples repeticiones.

Escenarios
- Por ejemplo, si estás practicando la extracción de un buceador inconsciente, tienes que aprender a extraer al buceador y practicar escenarios de muestra en los que se producirá el problema:
- Pérdida de conocimiento del buceador herido
- Pérdida de conocimiento en el buceador afectado + botella vacía en el buceador afectado, es decir, el socorrista tiene que inflar su chaleco por la boca.
- Pérdida de conocimiento del buceador afectado + fallo del chaleco salvavidas del buceador afectado y necesidad de soltar lastre sobre el buceador afectado.
- Hay muchas posibilidades – los participantes pueden llevar trajes de neopreno o trajes secos – un traje seco es una fuente extra de flotabilidad que hay que controlar.
- Por un lado, si la víctima lleva un traje seco, es una fuente adicional de flotabilidad, algo que aumenta la seguridad hasta cierto punto, pero también puede causar algunos problemas al buceador de rescate durante el ascenso, ya que tendrá que gestionar el aire en expansión del traje seco además del aire del chaleco de la víctima. Esto puede verse agravado por la dificultad adicional de si la válvula de purga del traje seco está desenroscada o enroscada. Y el problema, especialmente para un buceador que no tiene experiencia en el buceo con traje seco por sí mismo en el dominio de este equipo con un compañero
Los escenarios de incidentes de buceo deben asumir que proporcionamos asistencia:
- solo – esto presenta algunos problemas manuales y de fuerza física para el rescatador.
- en varias personas – prestamos asistencia en dos o más personas y aquí, por un lado, es más fácil, por otro, se plantea el problema de cómo gestionar eficazmente ese grupo de rescatadores, dividiendo las funciones y garantizando que el herido reciba la atención adecuada en tierra o en una embarcación.
Los siguientes factores que debe incluir el curso de rescate son las condiciones ambientales asociadas a las expediciones, es decir, operar desde una embarcación, en una corriente o en una ola. En tales situaciones, actuar solo es aún más difícil. Por otro lado, podemos suponer el apoyo de un operador de embarcaciones o pontones familiarizado con este tipo de operaciones. Esto puede ayudarnos, pero tenemos que dominar la capacidad de trabajar con esas personas, de compartir funciones, para que al herido se le despoje eficazmente de su equipo tras sacarlo a la superficie y colocarlo en una embarcación o en tierra.
En la práctica, es imposible que un curso de Rescate cubra todos los posibles escenarios que implican diferentes tipos de accidente o con diferentes entornos o utilizando equipos menos típicos. Por eso es muy importante asistir a talleres de vez en cuando después del curso de rescate, que estarán orientados no al aprendizaje de las habilidades básicas de rescate (porque éstas se dominan en el curso), sino a la utilización de estas habilidades con equipos ligeramente diferentes o en condiciones más complejas. Prestar asistencia a un accidentado sólo en traje seco, con equipo de montaje lateral. Prestar asistencia en una ola, manejar una embarcación o un pontón son habilidades que podemos aprender en este tipo de talleres. Además, se pueden practicar escenarios en los que tengamos la oportunidad de aprender sobre la gestión de una emergencia, pero también en este tipo de talleres podemos desarrollar mucho estas habilidades, a través del elemento más importante del aprendizaje: la repetición.
Es decir, un buen curso de Rescate es un curso que primero proporcionará instrucción en habilidades básicas como ayudar a un buceador cansado o en pánico a salir a la superficie del agua, llevar a un buceador inconsciente a la superficie, salir a la superficie con una fuente de aire alternativa a la superficie. A esto le siguen las destrezas relacionadas con la asistencia en superficie, incluida la realización de respiración artificial a un buceador inconsciente que no respira en la superficie, combinada con el desmontaje eficaz del equipo del buceador, tanto solo como con varias personas.
A continuación, estas habilidades deben desarrollarse a través de diferentes escenarios relacionados con las causas de todo el incidente, es decir, asumiendo diferentes fallos del equipo y prestando asistencia a más de una persona. Además, lo ideal es tener la oportunidad de practicar estas habilidades en diferentes condiciones ambientales, como una salida tranquila en una orilla arenosa, una orilla rocosa más escarpada, una escala de barco. Si, por razones logísticas, esto no fuera posible en el propio curso, es una buena idea pensar en practicar las habilidades de prestación de asistencia en condiciones más complicadas más adelante en el taller.
Es decir, al elegir un buen curso de rescate, nos fijamos en si se realizará primero en condiciones tales que en un entorno cómodo (incluso idealizado) tendrá la oportunidad de practicar sus habilidades de rescate repetidamente y, a continuación, si habrá oportunidades dentro del curso o talleres posteriores para adquirir práctica en las habilidades de rescate en diferentes condiciones y escenarios. Es decir, primero condiciones ideales como Deepspot, múltiples repeticiones con diferentes contingencias, y después utilizar tus habilidades buceando en el mar, desde un barco, con otras personas apoyándote.
También me gustaría llamar la atención sobre la práctica repetida del llamado ejercicio nº 7, es decir, prestar asistencia a un buceador que respira inconsciente en la superficie del agua. Este ejercicio debe dominarse a la perfección, ya que se trata de una situación en la que nuestras acciones pueden marcar una gran diferencia.
